Chapter Text
Se la había pasado entrenando durante dos días mientras su madre se ocupaba de la logística, aparentemente Louis también participaba en ello antes de su accidente, pero justo ahora no se sentía tan capaz y escuchar a los profesionales (como les decía en su cabeza) lo volvía loco y atrofiaba cualquier capacidad para pensar de su cerebro.
Creyó que iba a aburrirse sin Zayn ni Liam, pero la realidad fue otra porque debió esperarlo de Shawn, quien hizo todo más ameno y divertido que de costumbre, los demás compañeros a veces incluso los miraban mal por el escándalo que causaban, por supuesto nadie se atrevía a decir nada, no cuando el alborotador era el hijo de la jefa.
“¿Cuánto apuestas a que Roberts está jugando pacman?” Louis bufó divertido, miró a Shawn con las cejas arriba, retándolo a continuar con el desafío. El alfa no se doblegó, sonriendo ganador. Louis no lo dudaba, Shawn sabía de qué pie cojeaba cada alfa, beta y omega en la corporación, sin embargo, era divertido jugar con el alfa así que asintió y se puso de pie.
Como ya se lo esperaba, el beta treintañero prácticamente estaba sobre su ordenador, intentando encubrir su holgazanería. Louis no iba señalarlo, mientras su madre intentaba localizar al hombre que intentó asesinarlo, él estaba descubriendo lo que jugaban sus compañeros de trabajo. Sus mejillas se inflaron cuando se tragó una risa escandalosa, se giró rápidamente volviendo a su lugar junto a Shawn quien ya sonreía victorioso.
“Me debes cien pesos.” lo señaló el alfa, después estiró su mano esperando su premio pero Louis solo la golpeó lejos de él, riendo.
“Apostamos, sí. Pero nunca dijimos qué apostábamos. No te debo nada.” Se encogió de hombros, satisfecho. El alfa de rizos jadeó ofendido, Louis se rio sobre su pequeña mano, ahogando la risa más ruidosa, Shawn se inclinó cerca de su rostro, con el ceño arrugado y sus ojos estrechados.
“Eres un pequeño jugador.” Louis sacudió su cabeza con una sonrisa, se lo hubiera perdido pero estaba demasiado cerca, Shawn miró sus labios y después relamió los suyos, aunque su actitud juguetona no desapareció. “Me has engañado.”
“No.” rodó sus ojos. “Tú apostaste sin apostar. Eres un idiota, eso es.” Shawn volvió a jadear, Louis rio esta vientre dientes, sacudiendo su cabeza. Shawn asintió, vencido, pero luego estudió el panorama, dos segundos más tarde un foco en su cabeza pareció agarrar luz porque su rostro brilló y lo señaló.
“Ahí. Hay tres sillas desocupadas. No están ni Casillas, Eric y Anderson. Estoy seguro de que Eric está en el baño, ese hombre y sus problemas intestinales.” Louis soltó una risa. “Anderson debió ir a visitar” sacó su silla de ruedas de debajo del escritorio e hizo un giro de ciento ochenta grados como si fuera una flecha, con un ruido de movimiento. “A Elena en misiones.” Louis alza sus cejas, fingiendo sorprenderse. “Y obviamente Casillas está en el comedor robando las galletas de la señora Miller.” concluyó pedante girándose para verlo, incluso recorrió más cerca de él su silla.
Louis no se inmutó, frunció los labios aparentando tomar una difícil decisión, pero luego rodó los ojos y asintió. Shawn lo detuvo del brazo y cuando Louis parpadeó la siguiente vez, lo que encontró fue al alfa a sólo milímetros de su rostro. Pudo ver las pequeñas pecas castañas decorando desde un extremo de su mejilla izquierda, subiendo por el puente de su nariz para finalizar en la otra esquina de la mejilla derecha. Se sorprendió esta vez.
“Pero…primero apostemos.” Louis sintió el aliento cálido golpeando sus labios al oírlo hablar. Tragó saliva e inconscientemente miró la boca de Shawn. Asintió. Vio la sonrisa del alfa crecer con lentitud, los dientes blancos le guiñaron hasta que el alfa relamió sus labios. “Si gano, me debes un beso.”
Louis abrió abruptamente sus ojos. Shawn no parecía estar bromeando, Louis ya había memorizado su rostro de bromas. Él no lo estaba haciendo justo ahora. Parpadeó dos veces, obligando a Shawn con el aleteo de sus pestañas a admitir que estaba jugando, pero lo que logró a cambio fue que Shawn tragara saliva y se inclinara más. Él se alejó por completo.
“Está bien. Descubramos dónde está Anderson.” Tomó su mano y los puso de pie. Fueron a misiones, en efecto, Anderson estaba sentado en el escritorio de Elena, tapando todo su ordenador donde la omega debería estar trabajando. Louis soltó una risa y Shawn le guiñó un ojo, fue su turno de llevarlos hasta el comedor.
“Le diremos a la señora Miller que eres tú quien roba sus galletas” Casillas tenía sus mejillas repletas de galletas. No había forma de salir ileso, las migajas e incluso el tupper rosado de la mujer mayor estaba en sus manos. Sus ojos se salieron de sus cuencas, horrorizado comenzó a negar mientras tapaba el recipiente. Louis comenzó a reír. “¡Si!” Gritó Shawn deteniéndolo. El alfa parpadeó viendo la mano estirada del rizado. “Si no nos das una.” Lo vieron respirar aliviado y Louis volvió a reír. Casillas les ofreció el tupper, Shawn tomó una galleta y se la ofreció. Él abrió su boca, dejando que Shawn metiera el dulce en ella. Se alzó sobre él, mirándolo por encima, el omega inclinó su cabeza, desafiante.
Shawn tomó su cintura y los sacó de ahí a trompicones. Al llegar de nuevo a sus lugares, exactamente en ese momento Eric caminaba frotándose el estómago viniendo de la dirección donde estaban los baños. Louis estaba bastante sorprendido si era honesto, por un momento pensó que el alfa iba a fallar pero como siempre lo subestimó. Se cubrió la cara deteniendo la carcajada que estaba por escapársele. Se soltó de Shawn mientras reía por lo bajo y el alfa solo se le quedaba viendo con una sonrisa.
“Ahora me debes un beso.” Shawn murmuró cuando su risa se tranquilizó. Él mordió la sonrisa en sus labios, miró la boca del alfa y pensó si sería tan malo. Shawn era muy apuesto, estaba en forma, olía bien y era divertido. Además era lo suficientemente inteligente como para saber presionar los botones correctos en él. Sí sabes a lo que me refiero.
Se inclinó y besó su mejilla deteniéndose unos largos segundos en su piel. El alfa sostuvo su mentón viéndolo alejarse, se sonrieron.
“Nop. En la boca.” Louis quiso bromear que nunca especificaron que sería en la boca, pero solo rodó sus ojos sin borrar su sonrisa y se inclinó.
“Lou.” La voz grave los sobresaltó, se tocó el pecho alejándose y mirando con rabia a la persona que los interrumpió. Su expresión cambió a sorprendida al ver a Liam con una ceja alzada.
“¡Liam!” gritó poniéndose de pie. Le sonrió con ojos brillantes y saltó para abrazarlo. El alfa sonrió a pesar de todo, devolviendo el abrazo. Aunque mientras frotaba la espalda de Louis miró con perspicacia a Shawn, el alfa estaba demasiado engreído para preocuparse. “¿Qué haces aquí? Creí que ma- Lady B te había castigado.” Louis se alejó y susurró golpeando su pecho con suavidad.
Liam alejó su vista de Shawn, Louis giró a verlo rápidamente, Shawn estaba aún relajado sobre su silla, mirando la nuca de Louis. El alfa de pie soltó un suspiro asintiendo.
“Sí, no íbamos a volver hasta dentro de dos meses.” Louis jadeó, aunque no se sorprendió, su madre era verdaderamente extremista. “Pero tu madre nos llamó ayer y nos pidió que volviéramos de inmediato. Creo que sucederá algo grande.” Louis se preocupó entonces.
No había medido la gravedad de todo el asunto de Easton. Creyó que sólo le bastarían minutos a Radomir encontrar a Easton, entonces lo cazarían y sería todo. Pero si llamó a sus mejores hombres entonces la historia no era sólo un rápido cuento para dormir.
“¿Zayn está aquí también?” Liam asintió. Miró a Shawn nuevamente, Louis giró alcanzando a atraparlo mirándole el culo, se sonrojó con fuerza. Liam lo acercó a él, alejándolos del alfa de rizos.
“Tengo que darte algo. Acompáñame.” echó una última mirada a Shawn, quien le señaló acusador. Louis se regresó todavía sonrojado a donde Liam, en silencio llegaron hasta su oficina. Louis jadeó cuando vio al alfa tomar algo de debajo de su escritorio.
“¡Oh, por Dios! ¿Cómo la conseguiste?” Liam se encogió de hombros.
“Había un idiota husmeando en el vestidor donde los encontramos cuando regresé. Se me hizo raro así que fui por él y lo vi buscando dentro de la mochila. Vi el apellido así que la tomé inmediatamente. Te la iba dar ese día pero”
“Oh, Liam. Muchas gracias. Ewan se pondrá muy” su entusiasmo disminuyó como como una bala. Tan pronto como recordó que de hecho tenía prohibido ver al niño, su cuerpo sufrió un calambre. Se abrazó a la mochila, aún olía Ewan, un poco de otros aromas en ella pero todavía más al alfa. Rápidamente se preocupó recordando lo que el joven tenía dentro de la mochila pero respiró aliviado al ubicar la botella intacta dentro de ella.
“¿Quieres que lo llame para que venga por ella?” Preguntó tentativo. Louis apretó más la mochila, casi deseando quedársela si ya no vería más al pequeño alfa. Sacudió su cabeza.
“No, yo…”
“Entonces ve. Si se enoja por esto, es un idiota. Llévasela. Ewan debe estar en la escuela ahorita, no estarías infringiendo las reglas de verlo, técnicamente. ¿Verdad?” Louis sonrió por lo tonto que estaba siendo Liam sólo para animarlo de nuevo. Lo miró y dio un asentimiento, de todas formas, tenía razón.
“Sí. Tienes razón.” Concedió. Lo volvió a abrazar, el alfa palmeó su espalda. “Iré entonces. ¿Crees que esté bien si?” Liam asintió de inmediato.
“Seguro. Yo me encargo, de todas formas no creo que suceda nada por ahora. Tu madre está muy misteriosa. Aunque Zayn no tarda en llegar y como en una o dos horas nos llamará a todos, estoy seguro.” Louis se impresionó.
Desde que su madre le confesó que su mano derecha había sido el padre de Liam hasta que el alfa enfermó y desgraciadamente murió, un joven Liam había tomado prácticamente su lugar, superándolo, honestamente. Se preguntó si algún día él también tomaría el lugar de su madre y sería mejor que ella. No es que lo desee, en realidad no cree que exista alguien mejor que su madre, mucho menos él, pero de todos modos le gustaría hacerla sentir orgullosa como está seguro de que el padre de Liam lo está.
“Sí, bueno. Entonces no me tardo.” prometió. Liam asintió pero Liam se aferró a su bíceps. Él alzó sus cejas en interrogación.
“No soy quien para meterme en tu vida. Pero Shawn” Louis se sonrojó de inmediato.
“Mi madre mató a mi padre por entrometido. Si siguen actuando como un padre lo haría, le diré que los mate también. Shawn es un imbécil, lo sé. Pero me sé andar con cuidado, lo juro. Agradezco su preocupación, pero no me voy a enamorar de él ni algo parecido.” Liam no se veía menos preocupado, pero tampoco insistió.
“¿Y acostarte con él?” inquirió. Louis gruñó soltándole un golpe.
“¡Liam!” advirtió. El alfa soltó una carcajada y después lo echó a empujones disculpándose entre risas. Louis caminó hasta la salida sonrojado.
“¿Te vas?” hablando del diablo, Shawn lo interceptó sonriéndole amigablemente. Él se sonrojó más profundo, pero asintió abrazando la mochila con fuerza.
“Sí. Uhm, Liam encontró la mochila de Ewan, yo…veré si puedo entregársela.” El alfa asintió, comprendiendo.
“¡Shawn!” Se giraron a Niall que se veía irritado, Shawn rodó abiertamente sus ojos y luego le sonrió.
“Te acompañaría pero Niall y yo necesitamos hacer un croquis.” Louis le sonrió agradecido.
“Está bien. Ve a ser importante para el equipo. No queremos que nadie más muera.” El alfa no se rio, solo lo miró sonriente.
“Aún me debes algo.” recordó con voz ronca, Louis relamió sus labios.
“Luego te pago.” musitó viendo pasar a alguien junto a ellos que no sospechó nada. Con una sonrisa satisfecha el alfa retrocedió hasta dar la vuelta e irse corriendo tras Niall. Él suspiró y después de poner la contraseña salió del cuartel.
Le dio cuatro vueltas a la manzana una vez que llegó a la casa, indeciso sobre bajar y tocar la puerta. Golpeó el volante, ya habían personas afuera de sus casas estudiando su auto, con un suspiro tomó la mochila, bajando.
Limpió el sudor de su mano antes de acercar el puño para tocar, pero la puerta se abrió de golpe sacándole un jadeo sorprendido. Tragó saliva con dificultad, la mirada del alfa no era para nada suave. Harry había dejado de mirarlo como lo hizo los primeros días desde que despertó.
No se sentía bien.
Quiero decir, no es que extrañe esas miradas o el trato dulce por parte del alfa, sin embargo, saber que este alfa estaba perdidamente enamorado de él apenas unos meses atrás, pero ahora están aquí en el mismo lugar y él sólo puede mirarlo con cara de rechazo, es irónico honestamente. Como si ambos hubieran perdido la memoria.
“Hola.”
“Si no reconociera el motor de tu auto me habría asustado por tantas vueltas que diste.” hablaron al mismo tiempo, Louis boqueó como un pez al oírlo, giró su cabeza observando a la cantidad de personas fuera de sus casas admirando la interacción. Sus mejillas adoptaron un tono roji*zo mientras inclinaba su cabeza. “¿Quieres entrar? Estoy seguro de que verte aquí fue lo más interesante que les pasó en lo que va del mes.” Louis se sorprendió por la broma, Harry sonrió a medias y él imitó la sonrisa, asintiendo.
“Gracias.” musitó cuidadosamente. El rizado le hizo espacio, Louis se movió hacia adelante, siendo golpeado de inmediato por la fusión de aromas. Su omega soltó un gimoteo, él en su interior se retorció por la vergüenza. Agradeció no haberlo hecho en voz alta. La casa olía a Harry y a Ewan, aunque más a Harry, por supuesto su alfa era el que dominaba aquí. “Uh…” Se giró, un poco mareado aunque con un omega feliz.
“Por favor, toma asiento. ¿Quieres algo de beber?” Louis estaba sacado un poco de quicio por la hospitalidad del alfa. Hace apenas dos días le había gritado asesino y que no quería verlo más, pero aquí lo tenía, ofreciéndole agua y tomar asiento. Soltó una risa, pensó que iría pero agradecía que al menos Harry fuera un hombre maduro con buena educación, si no, ya lo habrían sacado a patadas.
“Estoy bien, gracias. Yo…” dijo aunque sí se sentó, alzó la mochila y el alfa jadeó.
“Ah, la mochila de Ewan.” Harry cayó en cuenta. Louis tragó saliva apretando el material en sus manos, no estaba listo para dejarla ir, pero también era eso a lo que venía y no quería que llegara el momento donde Harry tuviera que echarlo amablemente porque Ewan iba a llegar.
“Uh, sí. Liam la encontró así que pensé que.” Se la tendió lentamente. Harry alzó una ceja, perspicaz, pero la tomó de todas formas.
“Pues gracias.” Afirmó, tomó asiento en el sofá de una plaza. Colocó la mochila en su regazo y estaba listo para abrirla. Louis gritó acercándose a él, presionando la mano cálida y firme del alfa con la suya pequeña y más temblorosa.
“¡No la abras!”
Harry parpadeó aturdido, arrugó la frente sacudiendo su cabeza, pero no alejó su mano. Incluso bajó la mirada para observarlas, tragando saliva alzó lentamente su cabeza. Louis estaba demasiado cerca de él. Con el rostro pálido, los ojos grandes viéndose más azules que nunca y su aroma dulce comenzando a envolverlo lentamente.
“¿Por qué no?” susurró él. Louis cerró de golpe su boca, no se dio cuenta que estaba mirando como un idiota al alfa. Su aroma en este punto dominaba completamente su entorno, Louis estaba seguro que ahora sus pulmones estaban llenos de Harry.
“Porque…” no supo qué decir. Obviamente no iba a arruinar la sorpresa de Ewan, tragó saliva y bajó la mirada hacia la boca regordeta del alfa. Admiró el pequeño lunar junto a sus labios, Ewan tenía uno similar aunque era más pequeño. Sonrió al pensar en el joven alfa.
“¿Por qué, omega?” Harry susurró admirando su boca también. Louis se sonrojó al darse cuenta de que Harry se dio cuenta que estaban mirando sus bocas e incluso él estaba sonriendo. La sonrisa del alfa se ensanchó lentamente, Louis presionó sus labios en una línea fina, se sentía perplejo, todavía inclinado sobre Harry con su mano sobre la de el alfa.
Harry estaba listo para tirarlo todo por la borda, el aroma de Louis había cambiado considerablemente desde que llegó, estaba nervioso por lo que olía un poco agrio, pero ahora estaba tan nervioso que asemejaba a la emoción y la ansiedad, a la necesidad. Sin alejar sus ojos de los azules, movió su otra mano para acercarla a su rostro, el omega lo notó, revoloteando sus pestañas como si estuviera afirmando.
Su mano finalmente llegó a la mitad de su rostro, con el pulgar sintió la tersa piel cálida de su mejilla. El omega tragó saliva cerrando sus ojos, Harry no cerró los suyos todavía, quería enjaular cada expresión de Louis. Ya estaba acercando su cara, ya estaba respirando las inhalaciones de Louis.
“¡¿Lou?!” La puerta se abrió de golpe, el omega pegó un salto hacia atrás con el corazón latiendo a mil por hora. Sus mejillas se pintaron de rosa en cuanto vio al pequeño alfa mirarlo con una sonrisa. Ewan no parecía haberse dado cuenta, entró a trompicones al reconocer su auto estacionado afuera. “¡Oh, por Dios!” lloró, corriendo a él.
Louis se relajó inmediatamente, abriendo sus brazos para atrapar al adolescente. Bufó cuando el larguirucho cuerpo lo golpeó con fuerza.
“Hey. Hola. Relájate, hombrecito.” Louis soltó una risa, aunque sus ojos también estaban comenzando a arder. No había medido lo mucho que extrañó al alfa, ni el temor que sintió de que realmente Harry no lo dejara volver a verlo jamás.
“Te extrañé.” fue la excusa del niño antes de apretarlo más con mucha fuerza, Louis se quejó, pero después soltó una risa intentando devolver el abrazo con la misma fuerza. No lo logró, aunque. Ewan cada día era más alto y fuerte, muy en el fondo, donde todavía no sentía vergüenza de admitir algunos de los sentimientos que rara vez florecían, estaba muy orgulloso del alfa.
“También te extrañé. Pero, uhm.” Se giró a ver a Harry, el alfa tenía una sonrisa rota en su cara. Sus ojos estaban vidriosos y sus mejillas coloradas. Louis se dio rápidamente la vuelta. “Te traje algo.” murmuró sin soltarlo, Ewan sacó la cabeza de su cuello para mirarlo. Tenía sólo unas cuantas lágrimas en sus ojos, prácticamente era el mismo rostro que el del alfa mayor, aunque él no tenía barba creciente.
Se giró a Harry y el alfa le mostró su mochila. Ewan gruñó con emoción.
“¡La encontraste!” Louis sonrió, vio al chico abrazar la mochila y después a él, soltó una risa por el rápido abrazo apretado. “¡Muchas gracias!” volvió a abrazarlo, no le dijo que Liam había sido, sabía que de todas formas Ewan iba a abrazarlo así. El menor miró a su padre por encima del hombro del omega y después susurró. “¿Está bien?” Louis se rio entre dientes, asintiendo. “Oh, qué bueno.” murmuró el chico.
Se alejaron, Louis entonces mordió su labio inferior. No tenía nada más que hacer aquí. Estaba tan aterrado. ¿Finalmente iba dejar de verlo? ¿Harry asumiría que él asumió que entendió que esta era la última vez que veía a Ewan? Suspiró entrecortadamente, tocando su frente con ansiedad.
“¿Lou, estás bien?” Ewan fue el primero en cuestionar al notar su cara de pánico. Él asintió, sonriendo para no preocuparlo más, sin embargo, el niño dejó caer su mochila en el sofá, acercándose a él para tomar sus manos. “Papá.” rogó y Louis imaginó lo que pudieran estar viendo.
“Está bien. Hey, hey. Abre tus ojos, Lou.” Harry se puso de pie como un rayo, apretó su rostro entre sus manos, obligándolo a enfocar su mirada. Louis de repente se olvidó de cómo respirar. Soltó un quejido negando. “¡Louis! Escúchame. Mírame, omega. Estoy aquí. Estamos aquí, Lou.” Harry lo acercó más, Ewan se cubrió la boca con temor.
“¡Qué tiene!” gritó el chico. Harry soltó un gruñido cuando vio los ojos de Louis voltearse hasta volverse blancos por completo. “¡Papá haz algo!” Ewan rogó, las rodillas de Louis se sentían frágiles. El omega quiso aferrarse a lo que tenía más cerca, pero no sentía nada, no podía respirar. Sacudió su cabeza.
No quería irse. No quería no volver a ver a Ewan.
“¡Mamá, ya basta!” el alfa menor gritó.
Harry lo alzó en sus brazos llevándolo hasta el sofá, rompió un poco su camisa y sopló en su frente. Ewan se jaló los cabellos desesperadamente.
“¡Huelelo, Ewan! ¡Ahora!” Harry ordenó, acercando a su hijo más cerca del omega. Ewan no lo pensó dos veces, abrazó a Louis contra él para luego frotar su rostro contra su cuello. El omega seguía intentando respirar como un pez fuera del agua, pero ante la primera perfumación, soltó un jadeo largo y se aferró a Ewan con fuerza. “Funciona. Hazlo otra vez.” Harry pidió, observando el pecho de Louis, como ahora bajaba y subía más lentamente.
“¿Mami?” murmuró frágil el alfa más joven, apretando la mano temblorosa de Louis contra la suya. Ahora era más grande, sonrió recordando las veces que Louis lo retaba por seguir creciendo.
“Pronto seré más alto que tú.” Él se alzó sobre el omega inflando su pecho para aparentar más altura. Louis soltó una risa, empujándolo a un lado.
“Pero seguiré siendo tu madre. Así que puedo darte una paliza fácilmente.” Él sonreía petulante y después brincó sobre el alfa para agarrarlo a nalgadas. Ewan gritaba y reía, dejándose hacer porque aunque ya podía contra el omega, jamás diría lo contrario.
Él tenía razón, sería su madre siempre.
“¿Lou?” su padre preguntó y él giró su rostro al del omega. Louis finalmente tenía sus ojos azules enfocados, miraba entre ambos, con las mejillas rojas.
“¿Qué pasó?” quiso saber. Ewan acarició su mejilla.
“Tuviste un ataque de pánico.” Harry murmuró con él aún sobre su regazo. Louis se sonrojó con más profundidad.
“¿Te sientes mejor? ¿Quieres agua o”
“No.” aseguró el omega. Su pequeña mano aún se aferraba a la camisa escolar del alfa más joven. Ewan compartió una sonrisa con su padre mientras Louis cerraba sus ojos para aclarar sus ideas. “Yo…¿me oliste?” inquirió con voz quedita. Mirando con ojos de cachorro al niño. Ewan se sonrojó también, asintiendo.
“Sí. Lo siento, es que”
“No. Está bien…uh…¿Podrías” Ewan se sorprendió, Louis no terminó su petición pero con una sonrisa su niño tuvo suficiente para obedecer. Se inclinó nuevamente, abrazando al omega que le devolvió el abrazo esta vez. Louis suspiró temblorosamente, aunque con alivio.
Harry se tragó un sollozo, envolvió la cintura de Ewan con un brazo y recargó su cabeza sobre el hombro de Louis. No quería faltarle el respeto, pero su alfa insistió, así que lo olió también.
O Louis no lo notó, o no le importaba porque soltó un ronroneo mientras sonreía aferrándose más a Ewan.
El sonido estridente de su celular informando una llamada perturbó su paz. Los tres saltaron, Louis soltó un gruñido alejándose de Ewan para sacar su celular del bolsillo de su pantalón, era Liam.
“Hola. Este, sí. Estoy bien. Sí. No.” técnicamente podían oír lo que Liam estaba diciendo ya que estaban demasiado cerca del omega, pero ninguno dijo nada al respecto. “Liam.” soltó un suspiro y Harry sonrió de lado. Ewan quiso hacerlo también, apenas notando que su padre también los había olido. “Estoy yendo para allá. Sí, Dios. Ya cállate.” colgó, mirándolos con las mejillas rosadas.
“¿Te vas ya?” Ewan murmuró con tristeza. Él soltó un suspiro, igual de rendido. Tampoco quería irse.
“Yo, sí. Tenemos que…” miró a Harry de soslayo. El alfa presionaba sus labios con dos de sus dedos, no tenía una mirada juzgadora, pero había dejado de sonreír también. “trabajar.” Terminó.
“Sí. De acuerdo.” Asintió él, indeciso. No se alejó y Louis mordió su labio. Ambos, Harry y él se miraron y después el alfa soltó una risa.
“Suéltalo, hijo.” Harry recordó, Ewan lo hizo como si Louis estuviera ardiendo.
“¡Ah! Sí, perdón.” Louis le sonrió y acarició su mejilla. Harry solo aflojó sus extremidades, dejándolo libre para irse. Louis aún estaba sobre su regazo, cuando se apoyó para levantarse, presionó el muslo del alfa y notó donde estaba apoyado. Saltó de su regazo como un gato asustado. Harry le sonrió.
“Yo. Uhm, perdón por. No sé qué me”
“Está bien. Lo importante es que estás bien.” Ewan afirmó, miró a su padre en busca de apoyo y Harry asintió.
“Sí, lo estoy. Gracias.” miró sus dedos con timidez. “A ambos.” Harry tragó saliva, entonces sí se dio cuenta. “Tengo que irme. Uhm, sí.” bufó dándose la vuelta.
“Espera.” Ewan lo detuvo. Inclinó su cabeza inquisidora, pero luego arrugó la frente al ver a Ewan girarse a su padre para decirle algo con la mirada. Harry debió aceptar porque asintió con media sonrisa. “El sábado mi papá hará su fiesta de cumpleaños. ¿Te gustaría venir?” Louis alzó las cejas. Miró a Harry, el alfa se recostó en el sofá con las piernas abiertas, demostrando dominio y relajación. Louis podía olerlo mejor.
“Bueno, es que”
“Por favor.” Ewan suplicó, haciendo puchero y poniendo los ojos de cachorro mojado. Louis rodó sus ojos riendo.
“Bien.” El menor celebró con un puño al aire haciéndolo reír otra vez. “Nos vemos.” prometió. Recibió un último abrazo de Ewan, sacudió su mano en dirección a Harry y el alfa le guiñó un ojo como despedida.
